Las películas de los grandes maestros suelen ser armas de doble filo para ellos mismos, ya que su carrera les pesa demasiado y para el gran público. En el caso de Sidney Lumet, de 83 años, en su nueva película "Antes que el diablo sepa que has muerto" el arma resulta ser él mismo.
¿Cómo un director de su edad puede dirigir una obra que deja a la altura del betún a cualquier Tarantino, Gonzalez Iñarrítu o Steven Soderbergh entre otros? ¿Puede un cineasta de su generación ponerse a la cabeza del nuevo cine independiente americano? Por supuesto, puede y debe dar una lección a todos los que utilizan la violencia sin sentido, la sangre y las relaciones escabrosas sin más, solo para escandalizar al espectador a cualquier precio.
De la historia no desvelaré nada, el guión va encajando como un puzzle y cada uno tiene que ir descubriendo el desenlace a su tiempo . De sus protagonistas confirmar el porqué Philip Seymor Hoffman es uno de mis actores favoritos y felicitar los trabajos de Ethan Hawke, como el benjamín de la familia y Albert Finney en el papel del silencioso pero escalofriante patriarca.
¿Agradable de ver? Pues no. ¿Complaciente con el espectador? Pues tampoco. ¿Una buena película? Si, muy buena y que además confirma que la vocación y la pasión por un oficio no tienen edad. Toda una clase magistral de cine.
Jimmy Trash.
