Poco análisis requieren películas tan complacientes como INVICTUS. A su favor que su director Clint Eastwood a sus 79 años ya esté preparando su próximo film.
En su contra que uno de los mayores dramas del SXX como fue/es el Apartheid se pretenda resolver con un partido de rugby. La actuación de Morgan Freman en la piel de Nelson Mandela es cuestionablemente creíble, la integración entre blancos y negros es tan idílica que resulta demasiado frívola, quizás la culpa sea de John Carlin el escritor de la novela, quizás...
Resumiendo, una osadía llevar el sueño americano a una país tan castigado como Sudáfrica. No tengo nada más que añadir.
Jimmy Trash
