El director Daniel Monzón después de una carrera irregular (El Corazón del Guerrero, La Caja Kovak o El robo más grande jamás contado) da un giro a su filmografía y nos deja a todos boquiabiertos con CELDA 211.
Un ejercicio de cine excelente: un buen guión, austeridad y unos actores como la copa de un pino. Acojonantes Luis Tosar (Malamadre huele a Goya) y Alberto Ammann, un rostro para mi desconocido pero que ya nunca olvidaré.
Como reflexión ¿dónde esta la frontera entre ser una buena persona o convertirnos en un feroz asesino? Pues por mucho que nos pese está en el interior de cada uno de nosotros. Si, el dolor, las circunstancias, las decepciones y sobre todo el instinto de supervivencia pueden convertirnos en nuestro peor enemigo.
Como satisfacción personal, que CELDA 211 sea el exponente de un nuevo cine español, que gusta y arrasa en taquilla. Películas así justifican que lleve años apoyando y creyendo en nuestro cine, joder!!
Jimmy Trash