Me reafirmo en que el exceso de expectativas tanto en el cine como en la vida sólo conduce a la frustración. Fui a ver La Duquesa con el único fin de recrearme la vista con un exquisito vestuario de época premiado con un Oscar y me encontré con más de lo que me esperaba.
A la bellísima Keira le van como anillo al dedo los papeles frívolos de tiempos pasados pero por primera vez tras su rostro típico/tópico de actriz de moda he visto algo más que me ha emocionado. Su compañero de reparto, el insulso Ralph, también me ha sorprendido de manera favorable con un papel francamente desagradable que resuelve de un modo muy correcto.
Poco más que añadir para una película que dejará un buen sabor de boca a los que no esperen mucho más de ella.
Jimmy Trash
