La nueva película de Gus Vant Sant basada en la vida del primer activista gay, Harvey Milk, que consiguió un puesto en la administración pública americana abogando por los derechos civiles de los homosexuales en USA, me ha parecido muy realista, vital, comprometida y sobre todo de un gran valor histórico.
Sean Penn entra directamente en mi meca de los inmortales del cine, su interpretación es soberbia, exaltada, amanerada, contenida, cómica, brutal y sobre todo muy sincera, un 10.
La reflexión de vuelta a casa nos llevo a pensar en que momento de la humanidad se jodió todo, quién dijo que era mejor ser blanco que negro, heterosexual u homosexual, judío o palestino... No lo se, cierto es que el hombre es el mayor enemigo del hombre, yo intentaré inculcar a mis hijos el respeto y el amor por el prójimo, recalcando que las diferencias con nuestros semejantes nos hacen ser únicos, no mejores ni peores solo diferentes; todos somos diferentes, diferentemente iguales.
Jimmy Trash