28/4/08

ELEGY


Ante todo sinceridad: me dormí viendo Elegy por lo que mi critica no es más que un recuerdo soñoliento, un bostezo entre escena y ronquido. La película de Isabel Coixet, adaptación del clásico literario El Animal Moribundo, no le llega ni a la tapa del tacón a sus anteriores films, si bien es cierto que es la primera vez que la directora se encarga de llevar adelante un proyecto ajeno.

Profesor maduro, americano e interesante cautiva a estudiante cubana y carnal, ¿o es al revés?.

El veterano actor Ben Kingsley intenta sobrevivir a todos los tópicos del macho que entra en el ocaso de sus días y Penélope Cruz, que se ha convertido en mucha actriz para papeles de tan poco contenido, le arrastra por caminos previsibles, devorándolo cual mantis al no querer ser la última oportunidad de nadie.

Y antes de que este arrebato de sinceridad se apague, reconocer que lo mejor de la película son los pechos de Pé, bellos y tiernos, son el descanso que el guerrero soñó, la tierra prometida... (me estoy sonrojando), pero ya dije que yo andaba en una duermevela y quizás no fueran para tanto, quizás fueran éso, solo un sueño. Y es que nuestra actriz más internacional se está convirtiendo en una de las mejores actrices del momento, tetas a parte, por lo que Elegy solo se recordará como un paso más hacia la gloria en la carrera de Penélope.

Besos 4 breakfast.

Jimmy Trash.