Pues eso me pregunto yo. Con lo bien que estaba en el Hotel La Bobadilla (Granada), paseando entre encinas, montando a caballo, disfrutando de mi familia, creyéndonos los dueños de esa maravillosa finca, como unos Paloma Cuevas o Enrique Ponce cualquieras... Pues he vuelto para ver como mis sueños se desvanecen: no tenemos cortijo, España baila el Chiki Chiki y la niña de Rajoy resultó ser socialista.
Os prometo seguir adelante pero es que en estos momentos solo tengo ganas de salir corriendo.
Jimmy Trash.
