Expiación, la primera película que veo en el recién estrenado 2008, y la primera gran decepción. El director Joe Wrigh, que ya me dejo indiferente con Orgullo y Prejuicio, vuelve ahora a la Inglaterra de la 2ª guerra mundial, para contar una historia donde la mentira y las casualidades pueden cambiar el transcurso de una vida y de un gran amor. Pero nada de esto llega a suceder, un despistado James Mcavoy cae en las redes de una bellisima Keira Knightley, son el hijo favorecido de una sirvienta y la hija rebelde de los señores de la casa, un cliché que aburre y que nadie como James Ivory ( Regreso a Howards End, Una habitación con vistas...) nos lo ha contado a través de su cine.
Así que más de lo mismo con algunas escenas desagradables de heridos y muertos para intentar dar credibilidad a una película llena de carencias interpretativas, secundarios de cera y demasiados flash-backs, que te dejan fuera del film a base de bostezar y retroceder y avanzar en el tiempo.
Eso si, Keira con el traje verde de raso está impresionante, pero para eso me quedo en casa y la veo en el Vogue, imaginándome lo buena actriz que podría llegar a ser, arropado en el beneficio de la duda.
Jimmy Trash.
