La nueva comedia de Woody Allen tiene lo mejor y lo peor del genio de Manhattan. Para mi lo peor es el Woody actor aunque en este caso el director se ha sustituido por un alter ego: Larry David, un actor y guionista que resulta más desquiciante que el propio Allen.
Lo mejor, el elenco que rodea al histriónico protagonista ( sobre todo las féminas): están todos maravillosos y los diálogos golpean con unos puñetazos de humor inteligentemente absurdo muy buenos.
En fin, Woody Allen en estado puro.
Besos 4 breakfast
Jimmy Trash