Caramel, la película dirigida y protagonizada por Nadine Labaki, nos muestra que ser mujer y vivir en un país como el Líbano, no tiene porque ser un drama. En el corazón de Beirut y en un decadente salón de belleza, transcurre la vida de las protagonistas, feminas de distintas generaciones, que solo anhelan ser felices, amar y ser amadas.
Quizás algunas escenas puedan forzar la frivolidad más allá de la naturalidad, pero Caramel, como su propio nombre indica, es un bocado dulce que no llega a empalagar y que dejará un buen sabor de boca a quienes la disfrutéis. Solo añadir que la sensualidad racial de la protagonista me pareció de una gran carga erótica, capaz de fundir todo el caramelo de oriente medio.
Jimmy Trash.
